El gen BTK (Bruton’s tyrosine kinase) juega un rol importante en la patogénesis de la leucemia linfática crónica (LLC). BTK es una enzima intracelular que participa en varios procesos de señalización celular, especialmente en la regulación de la proliferación y la supervivencia de las células inmunes. Los inhibidores de la tirosina quinasa de Bruton (iBTK) son fármacos que bloquean la función de BTK. Las mutaciones en el gen BTK contribuyen al desarrollo de resistencia al tratamiento antineoplásico en pacientes con leucemia linfática crónica (LLC).
La investigación realizada por el Weill Cornell en Medical College y la Universidad de Chicago identificó en el gen BTK una mutación responsable de alterar la unión irreversible de inhibidor al sitio activo de BTK, haciéndola menos sensible y reduciendo los efectos del fármaco.
Los inhibidores de BTK aprobados se unen al residuo de cisteína (Cys481). En pacientes tratados como consecuencia de la inhibición continua es posible que se desarrollen variantes somáticas en el gen BTK que afectan el residuo de Cys481, y conducen a enlaces reversibles e inestables entre BTK y sus inhibidores. Por lo tanto, los pacientes que desarrollan variantes como C481S/T generan resistencia al tratamiento.
El análisis genético de estas variantes del gen BTK resulta una herramienta útil para identificar a los pacientes que generan resistencia al tratamiento con iBTK y permite a los médicos modificar el abordaje terapéutico del paciente y personalizar el tratamiento.
(imagen: Fuente bibliográfica: N Engl J Med 2023; 389:83-86)